Pajarona

lunes, 18 de octubre de 2010

periodismo ciudadano: comente no más

La prensa escrita es el medio de comunicación más popular y sagrado de nuestro país: informa al lector sobre los hechos noticiosos que acontecen a diario, educa a la ciudadanía entregando conocimientos válidos para formar opinión y traen e inmortalizan relatos de forma permanente.
Su distribución no discrimina lugar. Existen diarios nacionales que recorren todo el país con las noticias importantes, su mayoría enfocada en problemas y sucesos de la capital, por lo que también se reparten diarios regionales con el acontecer de cada ciudad.

Acceder a ellos es fácil gracias a la amplia oferta de valores que hay, permitiendo su adquisición según la necesidad y gusto del usuario. Los lugares de venta se transforman en verdaderos debates, donde la señora del kiosco que vende el diario, o el casero de la esquina comentan las noticias y las discuten, generando opiniones y cuestionamientos según el tema tratado. Las personas se unen con las informaciones y se expresan con sus más cercanos, a pesar de que no todas las noticias comentadas son cubiertas por el diario, sino que viven en la cotidianidad de cada sector o barrio, en silencio.

No es extraño darse cuenta que existen realidades importantes observadas a diario y que no son tomadas en cuenta por la prensa, causando desconcierto al poner en duda la calidad de la información. Es el caso de don Juan, quien tiene 50 años y vive en un carro de supermercado. Su hogar móvil varía de posición dependiendo de las circunstancias, pero generalmente se lo puede encontrar a lo largo de avenida Argentina. En el carro guarda cajas, frazadas y envases de botella. Don Juan parece satisfecho con este tipo de vida, tanto así que quiere compartirlo con sus amigos y los ha traído a vivir con él. Estos nuevos residentes de la cultura de la cuneta, se pelean fuertemente por las afueras del condominio Villa florida al tiempo en que beben vino, entorpeciendo y amenazando la tranquilidad de este barrio compuesto en su mayoría por personas de avanzada edad. Esta realidad vivida durante años por el barrio, es expuesta en un reportaje como gran novedad, demostrando la ineficiencia del periodismo tradicional al esperar que un periodista se de una vuelta por algún lugar y “descubra” la realidad, fraude digno de Cristóbal Colón descubriendo América.

Para dar a conocer entonces estos problemas a la voz representativa de la ciudad –diario local- es posible acudir a la sección de réplica llamada “cartas al director”, una manera de exponer problemas, sugerencias y hasta agradecimientos al director del diario, para que en una próxima vez las tenga en cuenta a mencionar en alguna sección del medio.
Pero aun así, se está a la espera de que la opinión enviada dé frutos, como si se tratara de un concurso.

Periodismo tradicional v/s ciudadano

El futuro estaba claro. La creciente digitalización y la falta de espacios para que la gente pudiera dialogar acerca de la realidad local, generaban una contradicción.
Para eliminar la espera de los ciudadanos a ser escuchados, y aprovechar la riquísima fuente informativa que cada uno posee con su experiencia, se creo en 2005 en Chile,
El Morrocotudo, primer diario ciudadano de Hispanoamérica. “La idea de crear diarios ciudadanos nace tras convencernos de que se podía hacer algo interesante en torno al periodismo ciudadano. Por un lado, había una creciente digitalización y por otro, no existían espacios para que la gente pudiera dialogar de la realidad local”, explicó Eduardo Domínguez, gerente general de Diarios Ciudadanos

La panorámica cambió totalmente, ya nada volvería a ser igual. Los mismos ciudadanos podrían escribir noticias y columnas de opinión sin esperar al periodista. Accidentes, injusticias, reclamos y opiniones ya habían encontrado su lugar inmediato…y gratis, porque es online. Escolares, estudiantes universitarios, doctores, abogados, profesores, bancarios y todo quien tenga algo importante que exponer, puede hacerlo. Ya no es exclusividad de los expertos en comunicaciones saber el manejo de las cámaras fotográficas ni filmadoras. Ahora es parte de ser un humano integrado a la sociedad saber utilizar todas estas tecnologías.

Sin embargo, esta maravilla de integración ciudadana genera una controversia en la actualidad: si todos podemos ser periodistas, ¿caduca la misión de quienes estudiaron para serlo? Efectivamente la respuesta es no.
Es natural sentirse amenazado, pero la calma puede reintegrar nuestras vidas al saber que aquí no existe competencia. Es ilógico que el periodista se otorgue el derecho de tener la información primero y de que sea solo él quien exclusivamente la dé a conocer. Nuestra labor trata de descubrir y revelar la verdad para entregársela a las personas, pero si ellas la encuentran primero, nos ayudan también a nosotros. No es posible repartir a un periodista por cada barrio y ciudad para conocer que pasa allí. ¿Qué mejor que los mismos protagonistas para contarnos lo que realmente sucede?
El periodista ya no deberá adentrarse en una realidad que no es suya para averiguar escasos datos de ella al tener a quienes poseen toda la información adquirida durante toda una vida, en el caso de hablar de temas acontecidos en un barrio por ejemplo. Son esas historias las que lograrán que el periodista agilice su función, conozca más rápido y permita relacionar esos acontecimientos con uno de alguna rama mayor. Que utilice su profesión para solucionarlos, porque lo que está claro, es que todos vamos por una misma causa, por lo tanto no es compatible la pelea entre ciudad y periodista.

Periodistas, editores de la ciudad.

Los diarios ciudadanos en la actualidad no solo ayudan a individuos particulares a exponer sus opiniones en la red, sino que perfeccionan las herramientas de masificación de la comunicación. Antiguamente su participación en la Web implicaba poder comentar en foros o páginas importantes. Hoy esto ha cambiado, y la Web 2.0, referente a poder crear propios sitios de opinión totalmente libres y gratis, ha permitido que hoy todos, sepan todo sobre todos.
Los ciudadanos usan herramientas y rutinas periodísticas, pero no llegan a suplir el rol de los comunicadores, ya que ser periodista implica usar esas herramientas siguiendo unos principios claros de objetividad y claridad, un compromiso de veracidad y un trabajo previo de selección de información y verificación de las fuentes.
La clave está en que es “periodismo” porque usa los instrumentos, valores y prácticas del periodismo; y es “ciudadano” porque la comunicación se produce entre los individuos que tradicionalmente componían la audiencia.
Actualmente el periodismo está viviendo una transformación pues existen muchos enigmas respecto al futuro que se depara. Algunos presagian la muerte del papel, mientras que otros refuerzan la idea de que el periodismo tradicional y las noticias impresas nunca dejarán de existir. Esto lleva a cuestionarnos acerca de la postmodernidad y sus consecuencias en el mundo informativo. ¿Hasta dónde llegaremos? Yo como partidaria del papel impreso me arrimo de la idea de un colapso digital y una necesidad por preservar la identidad de las comunicaciones, la misma que ha acompañado a generaciones y que lo seguirá siendo por siempre.

No hay comentarios: