Pajarona

jueves, 24 de marzo de 2011

No hay problema si me desangro por esta actividad.
Dijo el Coco Legrand en una entrevista de domingo:
la pasión puedes encontrarla en lo que hagas más de tres veces al día
solo por gusto.
Yo me depilaba las cejas junto a la ventana
queriendo escribir eso que estaba escuchando.

miércoles, 23 de marzo de 2011

santiago en bicicleta




Me volví amable de repente. Por la vereda, a la altura de todos ellos pero sobre ruedas, no me molesta disminuir mi ritmo para esquivarlos o dejarlos adelantarme, sabiendo que más allá recuperaré los pasos perdidos. Miro hacia atrás y observo con ternura, el tétrico modo de vivir de todas estas personas.
Hay algunos que me quieren y en cierto modo -profundo y rebuscado- agradecen que mi movimiento no les ensucie la atmósfera. Yo me tapo la nariz de todos los malos pensamientos que se vienen como siempre y arranco de ellos aumentando la velocidad. Voy en medio del pavimento. Hasta que estás dentro te das cuenta de que no es difícil si mantienes buenos reflejos. Siento una micro a mis espaldas y pedaleo como mala de la cabeza, riéndome de mi cara de esfuerzo y congelándome los dientes con la helada de la mañana. Hay tanta TANTA gente. Si yo fuera muchas personas, dejaría de sobrepoblar un lugar, por bien propio y común. Hoy más que nunca desearía no cargar a un engendro dentro mio, que futuramente respire dióxido de carbono, como agua los lenguados.
Subo a la acera y es esto un juego de supernintendo. Evadir los hoyos, el barro, uno que otro perro, niños descontrolados que corren. Creo que lo que más me asusta son los otros ciclistas, pasan seguros y tan cerca, que imagino me volarán el brazo con su manubrio. Ese sería mi próximo reto, no frenar cuando vea el peligro, esquivarlo.

miércoles, 16 de marzo de 2011

impostor

hubo una vez,
- o cada día-
alguna vieja que se enviaba flores a la oficina.
yo no la juzgo,
ni con palabras.
hay veces, en que a escondidas
leo tus frases perdidas
dedicándomelas.

mp-erdí

24 horas de bus iquique-santiago
8 semanas de: caminata ida y vuelta 40 minutos al trabajo y/o transporte público.
Distancias sola
y bien acompañada.
Horas de música: todas.

Hay quienes les da nervio ver un conjunto de cosas pequeñas, como muchas pulgas, maíces, escamas u ojos de pescados. A otras, se les quita el apetito al ver comer en cantidad y con malos modales. A mí sinceramente, me molestan las costumbres en conjunto, cómo las cosas bellas de la vida que se vuelven rutina. Por ejemplo, subir a la micro y encontrarme con tantos personajes diferentes, pero todos escuchando música, serios y tal vez disfrutándola por costumbre.
Y solo me entero de esta realidad colectiva porque hace unos meses, bastantes quizá, perdí el mp3, y extrañamente no volví a concentrarme en otro como objetivo. y aunque era fanática de la música que me acompañaba a caminar ya me reacostumbré a no usarlo.

Llegar a santiago pudo haber sido mas brusco, en torno al cambio de ciudad y de personas, pero debo rescatar que estar en pleno contacto con mis pensamientos y los sonidos del ambiente - conversaciones, el viento y también los ensordecedores vehículos-, me ayuda para entender bien a una ciudad nueva para mí, y estar atenta a las conclusiones.

A veces se me hacen más cortas las caminatas un poquito exageradas(no mas tantito), ya que al intentar recordar las canciones se me pasan los minutos. Reproduzco temas en mi cabeza y hasta con su instrumental incluido, esperando el tiempo que toma la canción en retomar la frase, y en terminar. Además, como todos andan con audífonos, me tomo la libertad de cantar según las facultades que la ley me confiere: la música puede funcionar mientras ningún pasajero se oponga.

martes, 15 de marzo de 2011

ciudad

Tanto por hacer y una hoja en blanco me mira.
Caminando contra el tiempo, muchas vidas se interponen.
Quisiera plasmar en códigos abstractos,
esto mismo que estoy pensando.

Bruscamente el semáforo me detiene,
prefiero esperar mirando hacia arriba.
El día está nublado y en mi corazón se precipitan
las lluvias que caerán sobre nuestra tristeza.