Pajarona

viernes, 14 de noviembre de 2008

La odisea


Como todos los planes destinados a ser nefastos (por estar previamente estructurados y no ser víctima de la espontaneidad), planeé leerme un capítulo de algo, hacer el trabajo e ir a comprar papas.
La cosa esque de inmediato me pase del plan A al C tomando las llaves para ir a comer. Me abrigué rápido y en medio minuto ya estaba ordenando mi comida.
Veo "Aida" la nueva teleserie de TVN, que me causó mucha risa a diferencia de que siempre las actuaciones me dan rabia y que hacen que me pregunte por qué se divierten con simulaciones de realidad(intenten entenderlo).
Llego, me paro y
quiero una papa de...
Miro los tamaños y calculo su volumen. Miro los precios marcados al medio de cada envase y me pregunto a quién se le ocurrió tal magnífica idea de pegar los envases de las comidas en la pared. Pienso si quepará todo eso en mi estómago e intento recordar cuándo fue la última vez que me comí una papa frita grande.
¿Quedé horrible de llena?
¿Gasté el doble del dinero?
¿Me arrepentí al quinceavo bocado? Todo esto seguido por un Sí.
Entonces...
deme una de 600. No. 900. Ya mejor la de 1500.
Así, estúpidamente, me pido la más grande.
Espero y veo Aida. Espero y me muevo un poco. Me arreglo el pelo, espero. Miro la tele, leo inertemente los precios de las comidas y de los panes y me pregunto qué llevará el americano, el aliado y la importancia y discriminación del chocrut, o (el otro nombre que se le dice al chocrut y que por la chucha no recuerdo) (que por supuesto tendría que tener un sinónimo, porque "chocrut" es una palabra realmente idiota) (perdón) la cosa esque entre eso,frente a la cocina, la cual tiene todo al descubierto y puedo convertirme en la pesadilla de la cocinera de tanto observar sus maniobras salubres, mete las papas, mis papas de mil quinientos pesos...al horno eléctrico.
Me quedé quieta. Pensé en todo el dinero que iba a gastar por no comerme esa asquerosidad. Pensé en que no hay peor sabor que las papas recalentadas. Pensé en que no sería capaz de reclamar mis derechos pidiéndole papas recién salidas de la freidora. Pensé también en que no sería capaz de aritular palabras y frases completas sin reirme. Pense mucho. Miraba la tele pero solo pensaba en las papas detrás mio en el horno. No podía creerlo, era un plan perfecto. ¿Por qué mierda MIS PAPAS serían recalentadas? Cómo son tan idiotas de no darse cuenta que yo observo cada uno de sus movimientos?
Sigo viendo tele y los zapatos de unos viejos que comen salvajemente, todos micreros. Miro unas botas y es la única mujer que los acompaña,ultragorda. Se para para decir "me fríe una empanadiiita casera" mientras se relame la boca, llendo a dejar un plato con restos de pan. Y pienso qué perfecta es para tratar cercanamente a las personas. Yo cuando voy a comer, me pongo formal entera y digo: hola, quiero un completo. ¿Italiano? Sí ...espero con la misma rutina, tele (porque a pesar de las salas de espera, el dentista, etc, la salchipapa da la mejor programación siempre. Es tan perfecta la comida chatarra que procura todas las condiciones para que te quedes y comas y comas y relaciones la grasa con la felicidad) hago como que me distrae de la tele el "¿Qué mayonesa quiere"? cuando en realidad vi todo el procedimiento de armamento del completo, y viendo si le hecha harto o poco, sabía que venía a hablarme y me hize la distraida. Gracias,chao.
Ese es mi trato, en cambio esa señora tiene la cercanía integrada. Bueno en realidad podría haber sido su amiga, qué va.
Me alerta el "tinn" del horno avisandome que ya está, y veo que la tipa toca con su mano todas las papas para verle la temperatura, y dice "Está lista la papa de 1500"
...

Ándate a la chucha, ahora sí que no (¿Ahora sí que no? será "¿ahora no?" pico) y no aguante más y le dije en mi voz mas amable: Señora sabe qué?, yo quiero papas recién fritas. No es que yo sea de esas personas quejumbrosas, en realidad, si hubiese sido una papa de 300 pesos me la como. Pero imagínese tener que comerse MIL QUINIENTOS PESOS DE PAPAS RECALENTADAS!! Eso no se puede, incluso ni usted se las comería. Me di cuenta de cómo me miraba y le decia a la mesera, dásela como quiere nomas, hay que darselas así (Con cara de odio). Y yo le dije, si, si yo se las voy a comprar no me hace ningún favor.
No podía creer que estaba metida en esa discución, al igual que las personas que se ponen a peliar y uno se siente incomodo por la situación. Me callo y me alejo un poco. De vuelta a la tele. Miro y calculo que en un minuto me la entregará. ¡Qué plancha,qué verguenza!. Habrá que hacer como que nada paso, la miraré y le diré muchas gracias, y hasta "disculpe", la ayudaré con la bolsa y le diré que no se preocupe por servilletas y es cuando me doy cuenta lo triste que es mi pobre país.



La duda es: En el tiempo en que me dí vuelta ¿Habrá cambiado las papas y finalmente me habré comido las recalentadas? Ay no mamita mamita.

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