Pajarona

viernes, 14 de noviembre de 2008

En celo

¡Qué difícil! Voy a tener que aprender. Aprender a pausarme, a pensar liviano, a controlar la indagación cybernética. A darle la bienvenida al relajo y pasar por alto todo lo que me haga pensar en negativo. Aprendo, respiro y me calmo.
La reiteración de los hechos parece intencional, pero tan solo se remonta a lo parecida que son las personas y a las conductas que atraen como una masa sola. Es casi increíble. Cómo es posible que me siga pasando lo mismo desde que era bien chica. 11 años, 12. Los invididuos no cambian, las personas de mi edad y mayores se comportan al igual que cuando yo tenía la edad de desear que el mundo creciera para actuar diferente. Amiguitos pre-puber, si se llegan a encontrar con esta porquería, solo recuerden que esto No-es-así. Es la misma historia, solo que con más confianza. Más alto el trato, más evoluciona el humor, menos vergüenza en los actos, pero aún así, el mismo rollo.
Todo gira entorno a aquello, las personas andan vueltas locas por enamorarse. Al soplar las velas de cumpleaños, entre los 3 deseos está, enamorarme o ser feliz, o ambos, o ser feliz incluye preferentemente al amor.
¿Qué onda? La gente se está sugestionando demasiado con la tele y las películas de amor y las novelas de amor y los libros de amor y las malas canciones de amor? Que si bien no los culpo por ser víctimas del bombardeo diario de mensajes erroneos y comerciales, aun así responden como el sistema se los impone. ¡Dónde está la autonomía señores!
Me cuesta encontrar alguna situación del no amor. Cuando salimos a carretear, en casa o en un lugar público, se tiende a buscar a quien te pueda atraer, o a quien te gusta desde ya hace un rato. Seguido, localizado o no, el coqueteo con la persona tal o simplemente con el universo, para que parescas una joven atractiva y sumamente natural.
los hombres mienten y las mujeres creen. las mujeres comprueban y los hombres, sin más, se retiran y vuelven a la búsqueda para volver a mentir y que otras les empiezen a creer. El sentido en todo su explendor de la frase " mala cuea dijo el conejo y se cambio de hoyo".

No hay comentarios: