Parece que quiere algo, ella nunca me saluda.
Tengo miedo, talvez quiere inculparme diciendo que yo me como la comida del refrigerador o que mantengo una amistad extraoficial con su flaite novio y está buscando el momento perfecto para pillarme.
Es malevola, tengo miedo, me está conversando mucho. Esperaré a que se valla para ir a hacer mi comida. No tengo problema con esperar. Prefiero mantenerme digna y salva en este cuartucho.
Escucho cómo corta los zapallos. Desde que llegué a la pensión supe que era buena cocinera, y un poco lunática. Me saludaba cuando necesitaba algo, sino me pasaba por alto. Así había sido durante todo el año hasta que decidimos tácitamente a nunca más hablarnos. Hasta hoy. Que cuando entre a la cocina, vi que me miró y corrió la cara. Ella no vio que la vi. Después me puse a hacer el arroz y me dice:
- Oye, y tú cuándo sali de clases?
- eh...en enero.
- ah yo igual jaja
- ah sí, que fome
- sí jaja, igual tuvimos vacaciones.
- eeh (asustada) sí..
- pero igual el calor es fome..
- mmm (muy asustada) sipo, mala.
- jaja. Oye ¿No lo mides por tazas? jaj
- no ¿Para qué? solo veo que lo tape
- aah al ojo jajaja
- sí. ja
-(cara de risa)
- permiso..
Me vengo a contar esto y no puedo volver porque aún siento que esta alli.
Algo malo se viene, quiero irme.
¿Qué hago? está loca.
¿O yo lo estoy?
Esperando que se fuera justo pasa por el pasillo hacia su pieza, lo noto por ese molesto sonido que hacen las chalas de goma al caminar preferentemente por la ceramica. Estoy en la oportunidad perfecta para ir, cuando justo el conejo me tiene que mandar una wea muy importante.
Esto de la amistad es una mierda
De vuelta, ya fui por mi arroz. Planeaba hacerme un huevo pero no me quería arriezgar a su presencia.
Me vine escuchando cómo le hablaba a la chica, a quien no le hablaba antes, y me di cuenta que algo muy malo trama, o talvez solo quiere ser amable. De todas maneras, su amabilidad me asusta.
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