Pajarona

viernes, 5 de diciembre de 2008

Qué antiguo


- Llegar a tu casa y pasar invicta.
- Subir hacia tu pieza y prender la luz por puro maquinismo mental, te das cuenta que la oscuridad hace falta y reniegas tu impulso mecánico.
- Escribir forzadamente a ver qué surge de tu cerebro en este minuto, ávido de imaginación por su alteración de sustracción neuronal.

Hola weones, miren es cosa de hacerlo y volverte loco, ver a uno que está igual que tú, buscarle los puros ojos que ni se ven de lo chicos que quedan y darte cuenta que estas dentro, que no te pierdes de nada, todos son como tú
y te entienden
y te siguen

Te siguen como símbolo de su aceptación al tiempo que evitan encontrarte, porque recuerdan que actuan igual que tú, que oyen lo mismo y lo catalogan como sin sentido, pero no pueden controlar las ganas de seguir riendo.

La cote no llega del colectivo de música fuerte, de viejo cuarenton calvo, y las cumbias de memoria.
Eramos el contrario perfecto, compartiendo el mismo tiempo y rechazando la actitud.
No pude soportar la risa que llega y te bombardea el estómago, la risa rápida sin motivo con galopes en las tripas.
La cote, la desesperación enferma y paranóica de estar siendo perseguidos constantemente
todos te quiren violar
todos te quieren asaltar
nadie confía en alguien
nadie confía en nadie diria la gente, es el drama más existencial que tengo.
Mi mamá me mira con cara de perro, no había cachao que estaba en mi cama, está igual que yo bien seria, apuesto que me odia y no entiende qué hago. Estoy escribiendo mamá, porque escribo cuando no me dan ganas de hablar.

No hay comentarios: