Como una enferma limpiaba todo rápidamente en la cocina para irme a almorzar al fin... a mi pieza. Triste o no comer siempre es reconfortante, así que me apuré botando todo a la basura sin importarme si los residuos llegaban a destino o no, huyendo como un zorrillo cuando en la fuga me encuentro con la negra y poco agradable Luchita.
-Oye Carla, limpia tu basura.
Quieta, con el plato en una mano y el vaso en la otra, me dispongo a dejar las cosas para barrer el piso. Tomo la escoba y la miro dándome cuenta que es un humano igual que yo y que no puede darme órdenes.
- ¿Y qué tanta hueá con la basura? Es lo mismo que te comes pero en diferente contexto: en vez del plato está en el suelo.
1 comentario:
qué onda con el gremio de la alviras XD!
:B!
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